Cabullería

Los cabos se componen del firme, seno y chicote. Los extremos de los cabos se conocen como chicotes, mientras que toda la longitud restante se denomina firme. El seno es el arco o curvatura de los cabos cuando pierden su tensión.

Otro término utilizado para la cabullería náutica es la gaza, se trata de un lazo formado en el extremo del cabo que se une al mismo y nos es útil para engancharlo o encapillarlo a cualquier parte, común para amarrar en los noray.

Además, la cuerda náutica dependiendo de su diámetro se distingue en distintas denominaciones:

• La cuerda más delgada de menos de 2mm es conocida como hilo o sedal.
• Cabitos de entre 6 y 2mm son denominados cordel o cordino.
• Los cabos son aquellas cuerdas de diámetros compuestos entre 6 y 15mm aproximadamente.
• Se conoce como soga aquellas cuerdas de entre 15 y 30mm.
• Maroma las cuerdas de entre 50 y 30mm.
• Mientras que los cabos de mayor grosor de entre 50 y 100mm son denominados Calabrotillo, y superiores a 100mm calabrote.

Los cabos trenzados fabricados en fibra de Dyneema se caracterizan por su extraordinaria resistencia, son fáciles de manejar y muy flexibles. Este tipo de cabos son utilizados para realizar grandes esfuerzos ya que son hasta 15 veces más fuertes que el acero, y además, su vida útil se considera mucho mayor en comparación con el cable de acero.

La cuerda de Dyneema ofrece el mayor ratio de resistencia peso de entre cualquier otro material fabricado por el hombre y es común su uso en el mundo de la vela, en especial en la alta competición.

El almacenaje de los cabos es realmente importante para mantenerlos en perfectas condiciones. Es necesario guardar las cuerdas náuticas en recipientes limpios y secos, a poder ser oscuros o no expuestos a la radiación solar. Debes tener mucho cuidado con las sentinas y las salas de máquinas, el ácido de la batería, los restos de gasóleo u otros productos químicos puede deteriorar seriamente la cabullería y comprometer su resistencia.

La radiación solar y la fricción son algunos de los peores enemigos de los cabos para tu embarcación, en algunos casos no es posible protegerlos ya que forman parte de su trabajo, en especial los cabos de amarre, sin embargo, siempre que sea posible, trata de evitar pisar los cabos, no los dejes largos periodos al sol y evite que friccionen con otros objetos mientras están trabajando en tensión.